Hablar en términos de sostenibilidad y de desarrollo sostenible significa algo más que llevar a cabo un alegato de (buenas) intenciones. Hablar en términos de sostenibilidad y de desarrollo sostenible para una institución provincial como la Diputación de Granada, es pasar de las palabras a los hechos. Y hacerlo de forma decidida y consciente, pensando en el estado de bienestar y en la calidad de vida de la ciudadanía. Es gestionar nuestros recursos tomando en consideración el desempeño social, medioambiental y económico.
Implica tomar el testigo de Naciones Unidas con su Agenda 2030 y sus objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y alinear la estrategia de entes públicos, privados y sin ánimo de lucro, para la consecución de un objetivo común; que pasa por asentar las bases de un nuevo modelo de producción y la forma en que nos relacionamos con el entorno. Pasa, en definitiva, por entrar en acción.
Para Diputación de Granada implica crear espacios de reflexión y debate como las Jornadas “Hacia un modelo de territorios sostenibles. La RSC como palanca de cambio”, celebradas el pasado mes de diciembre en Guadix; y que celebraremos nuevamente en Salobreña, el próximo mes de marzo.
Gestionar nuestros recursos para contribuir a la consecución de los objetivos y las metas fijadas en la Agenda 2030 de Naciones Unidas, supone llevar a cabo el diseño y la ejecución de Estrategias como las DUSI aprobadas para la provincia de Granada; y hacerlo bajo una perspectiva colaborativa y creativa que requiere del compromiso de los 18 municipios granadinos, que, hasta 2023, tendrán ocasión de incidir en la calidad de vida de más de la mitad de la población de la provincia de Granada.
Requiere de diálogo, esfuerzo, consenso y trabajo conjunto para hacer de las poblaciones granadinas, en línea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11 (ODS 11), poblaciones más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles. Poblaciones con una menor brecha digital; que acometan su transición hacia una economía baja en carbono; que consideren el medioambiente como un elemento patrimonial que hay que proteger, pensando en las generaciones de hoy y en cuantas están por llegar; y que promuevan la inclusión social, mitigando la pobreza y cualquier forma de discriminación.
Implica crecer y favorecer un modelo de relación con el entorno más justo y equitativo, que considere a todas las personas como iguales, y que favorezca la realización de cada cual, con independencia de sus circunstancias particulares. Es fomentar la convivencia y la dignidad de todos y cada uno de nosotros y nosotras, como viene haciendo la asociación GranaDown, desde hace tres décadas, y que considera todas las etapas vitales de sus usuarios y su entorno familiar. Es arriesgarse con fórmulas de innovación social, que favorezcan también el ocio inclusivo y el turismo sostenible; de lo que dan buena cuenta, sin ir más lejos, los Free Tour puestos en marcha por los chicos y chicas de GranaDown.
Pensar, como ven, en términos de sostenibilidad y desarrollo sostenible es pensar con amplitud de miras y bajo un horizonte temporal a medio y largo plazo; y que nos permita crecer y desarrollarnos sin comprometer el derecho de generaciones futuras a disfrutar, como mínimo, del mismo legado que, un día, recibimos nosotros. Es hacer de Granada, un provincia mejor y más sostenible, que avance y crezca de forma respetuosa. Es hacer de Granada, un lugar mejor.
Y justo es el punto en el que estamos; con un largo camino por recorrer y un reto apasiosante.
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