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mayo 2021 | RSC y Desarrollo Sostenible
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Granada, una provincia naturalmente agroecológica
 
 
 
 
Sin muchos avances ni razones para festejar, este septiembre de 2021, la ONU ha conmemorado que, en 2015, y con el consenso de todas las naciones, aprobó su Agenda 2030. Una hoja de ruta hacia el desarrollo sostenible, ya no tan nueva, y un plan de futuro, trazado en 17 ODS y 169 metas.

Falta menos de una década para la fecha fijada y el avance en algunos de los objetivos es escaso, lento y, en según qué casos, inalcanzable. Objetivos vitales como acabar con la pobreza y erradicar el hambre, a la par que se avanza en un modelo de producción y consumo sostenible, parecen inabarcables, en sociedades como la nuestra. Paradójicamente, no solo es viable, sino que es inspirador y verdaderamente deseable.

En 2019, Naciones Unidas emprendió un nuevo Decenio para la Acción (2019-2028), centrado en la Agricultura Familiar, como el objetivo de “aportar una nueva perspectiva sobre lo que significa ser un agricultor familiar en un mundo que cambia rápidamente y destaca, como nunca antes, el importante papel que desempeñan los campesinos familiares en la erradicación del hambre y la construcción de nuestro futuro alimentario. La agricultura familiar ofrece una oportunidad única para garantizar la seguridad alimentaria, mejorar los medios de vida, gestionar mejor los recursos naturales, proteger el medio ambiente y lograr un desarrollo sostenible, en especial en las zonas rurales”.

“Gracias a su sabiduría y cuidado de la tierra, los agricultores familiares son los agentes de cambio que necesitamos para lograr el Hambre Cero, un planeta más equilibrado y resiliente, y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, según la ONU.

La sostenibilidad de toda acción y de todo modelo de producción y desarrollo requiere el progreso conjunto de todos los factores de la ecuación; o lo que es lo mismo, impulsar un modelo de desarrollo sostenible, requiere sostenibilidad social, ambiental y económica. Apoyar, por tanto, los modelos de producción agroecológica es apoyar la regeneración de un entorno natural saludable; un modelo de bienestar, calidad de vida y convivencia social; y un compromiso con la economía local, como tractor indispensable de recuperación económica en momentos como el actual.

Incentivar la prosperidad y viabilidad de modelos de producción agroecológicos requiere el compromiso de la ciudadanía, de la administración y de los agentes sociales. Y Granada es un buen ejemplo de la vocación por parte de productores y consumidores, para contribuir al logro del ODS 12, “Producción y consumo sostenible”, incidiendo, de forma transversal, en la consecución de otros importantes objetivos como la erradicación del hambre y la pobreza, la salud, la acción por el clima y la restauración, el mantenimiento y fortalecimiento de los ecosistemas marinos y terrestres.

Implementar sistemas de producción agroecológica es el objetivo tanto de la Asociación de Productores Ecológicos de la provincia de Granada, como de la Red Agroecológica de Granada, que promueve los ecomercados en la capital y en la Costa granadina. Incidir en la conservación del patrimonio natural y cultural de la provincia en territorios estratégicos como la Vega de Granada es el leit motiv de la Asociación Salvemos la Vega-Vega Educa, una plataforma en acción para “salvar lo que no salva”.

Promover la transformación paulatina de los territorios de la provincia en territorios sostenibles y resilientes, con la implementación de sus propias agendas urbanas, es la vocación del programa Puentes gracias al que una treintena de alumnos y alumnas de la Universidad de Granada realizan sus prácticas extracurriculares en nuestra provincia. El compromiso de Zafarraya, Mancomunidad de Baza, la Alpujarra y los municipios asociados en Tierra de Aguas, con la agroecología empieza a tomar forma en sus respectivos planes estratégicos.

Hablar de agricultura ecológica, en un país como el nuestro, en el que, según la estrategia España 2050, “los avances han sido significativos en materia de agricultura ecológica, cuya regulación e impulso comenzó a finales de los ochenta. Desde entonces, la superficie de cultivo ecológico en España ha crecido más de un 30%, siendo hoy el país con mayor superficie de la UEy el cuarto a nivel mundial” es incidir en otro de los objetivos vitales de la Agenda 2030, “Salud y Bienestar”. De salud, de hábitos de vida y consumo saludables, escribe a fondo, la doctora Ana María Pérez Galdeano, que si hay solución ante posibles colapsos ambientes y en salud.

Como podrán comprobar con la lectura de este nuevo ejemplar de nuestra newsletter, Granada, con el apoyo y el impulso de la Diputación, las empresas, la ciudadanía y el movimiento asociativo, aspira a consolidarse como un territorio naturalmente agroecológico.