Donde se cruzan los caminos que discurren por la comarca del Poniente granadino, en pleno tránsito de Granada a Alhama, en un entorno único con una diversidad y riqueza ambiental única, habitado por poco más de setecientos vecinos, se está gestando uno de los proyectos energéticos más ambiciosos que se están impulsando en la provincia. Se trata de la planta fotovoltaica que Iberdrola instalará en el cortijo de Ochíchar, entre Ventas de Huelma y Cacín.
Poco más de mil habitantes suman ambos municipios, ejemplo de la España vaciada que adolece de falta de oportunidades laborales para retención de talento joven. Lugares en aparente declive que, sin embargo, con proyectos de esta envergadura, pueden propiciar grandes hitos. Como el de albergar una de las mayores plantas fotovoltaicas que Iberdrola va a instalar en la provincia de Granada por el momento.
Producirá 300 megavatios generados por cerca de 750.000 módulos fotovoltaicos distribuidos en 547 hectáreas (aunque la planta completa ocupará cerca de mil). A su vez, esta infraestructura abastecerá de energía al Parque Metropolitano Industrial y Tecnológico de la vecina localidad de Escúzar, sede de, entre otros, el proyecto IFMIF-DONES, que contribuye al desarrollo del reactor de fusión que transformará en un futuro el abastecimiento energético.
Un proyecto con impacto territorial
Proyectos de esta características vienen a dinamizar la actividad productiva del municipio, sustentada sobre todo en la agricultura pero que tiene una actividad empresarial testimonial, y casi inexistente en el sector de la industria y la energía. Con la instalación de la planta fotovoltaica se espera una inversión de 140 millones de euros, que van a generar más de medio millar de empleos directos e indirectos. La creación de nuevas oportunidades de negocio fomenta además la revitalización de la población y situar una localidad como Ventas de Huelma a la vanguardia energética.
Así lo comentaba el alcalde de Ventas de Huelma, Luis Miguel Ortiz, que destaca además que “la instalación de la planta va a suponer una fuente de ingresos importante para el ayuntamiento que van a revertir en la mejora de la calidad de vida de los vecinos y vecinas del pueblo y a ofrecer mejores servicios municipales”.
Pero, además de la mejora económica, que ya es palpable porque “están aumentando las ventas en los comercios locales, se están reformando viviendas para alquilar a trabajadores que vengan a la planta y se está contratando a más personal en los establecimientos hoteleros”, la planta conlleva además una mejora medioambiental. No solo porque se va a generar energía limpia y no contaminante, sino porque su instalación conlleva, por una parte, la creación de una zona de protección para aves y animales de la zona, y por otra, la limitación de vertidos de lodos que se hacían de forma irregular en estos terrenos, provocando “molestias entre la ciudadanía” y que ahora tendrán que vestirse a las plantas depuradoras.
Este proyecto está alineado con la implantación en la provincia de la Agenda Urbana Europea, para alcanzar la sostenibilidad en las políticas de desarrollo. Un futuro que ya es presente y que va a revitalizar la zona y a situarla en el mapa de la innovación y la transición hacia el abastecimiento energético procedente de energías limpias y renovables. Ventas de Huelma se convierte en un municipio “de referencia en la producción de energías renovables y limpias, contribuyendo a la reducción de emisiones y abaratando la reducción de costes en el suministro”, espera su alcalde. Algo que va más allá del cruce de caminos de enclave envidiable.
M.M.
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