Negocios turísticos, tecnológicos, agroalimentarios… Las iniciativas empresariales lideradas por mujeres en el ámbito rural comienzan a romper las barreras existentes y a contribuir de forma notable al desarrollo socioeconómico de sus territorios. En muchos entornos rurales aún muchas mujeres tienen miedo a emprender, miedo a no tener éxito, pero la experiencia demuestra que hay iniciativas empresariales femeninas muy potentes que, además, pueden servir de inspiración a otras mujeres del medio rural.
Darles visibilidad a esos proyectos empresariales es el objetivo de la publicación ‘Mujeres emprendedoras LEADER 2022’, que acaba de lanzar la Asociación para el Desarrollo Rural de Andalucía (ARA) y que recopila una veintena de proyectos liderados por mujeres en el ámbito rural andaluz relacionados con el turismo rural, la gastronomía o la I+D.
En el caso de Granada, la publicación recoge el testimonio de seis mujeres emprendedoras que están al frente de distintas iniciativas en comarcas como el Altiplano, el Valle de Lecrín o el Poniente granadino.
Una de ellas es Eva Sánchez Rodríguez, doctora en Biología agraria, que dirige Innoplant, un laboratorio que desarrolla trabajos de I+D para otras empresas agroalimentarias. Entre los servicios que ofrece, Innoplant realiza diseño de rotación de cultivos; búsqueda de variedades resistentes y de alto rendimiento;estudios de germinacióny metabolismo de semillas o estudios de compatibilidad de fertilizantes. Y todo ello desde su sede de Alfacar, algo que a Eva le enorgullece especialmente porque “tengo un fuerte arraigo en mi pueblo y en toda la comarca de la Sierra de Huétor, y me siento muy orgullosa de poder decir que mi empresa se encuentra ubicada aquí, en mi pueblo”, explica en la publicación de ARA.
En una pedanía de 500 habitantes (Campocámara, Cortes de Baza) ha creado Ángela Puertas Ruiz su negocio de comida a domicilio, denominado ‘A mesa y mantel’. Su idea es ofrecer servicio de comidas preparadas a domicilio con venta online a los municipios de la comarca del Altiplano de Granada. “Cocinamos como en casa, de manera artesanal, como hace tu madre, tu abuela. Todo natural y con la mejor materia prima, envasamos, congelamos y nosotros mismos te lo llevamos a casa”, aseguran en su web. Toda una declaración de intenciones de este negocio liderado por una mujer, que ha sabido sobreponerse a los efectos de la pandemia en el sector hostelero.
También en el Altiplano, concretamente en Caniles, encontramos otro negocio relacionado con la hostelería y dirigido por una mujer: Molino Candeal Hotel boutique & apartamentos. Antonia García González ha rehabilitado un molino hidráulico del silgo XV para aportar su granito de arena a la oferta turística de esta zona, convirtiéndolo en un coqueto hotel con 6 habitacionesy 1 suite, además de 4 apartamentos turísticos. Con la recuperación del molino, además, ha contribuido a mejorar el patrimonio etnográfico del municipio.
El recorrido por el Altiplano lo cerramos en Cuevas del Campo, donde Elisa de la Torre Rausell es la gerente de Metálicas Hertosa S.L., una empresa familiar dedicada durante más de 30 años a la fabricación de maquinaria agrícola. La llegada de Elisa a la gerencia de la empresa ha supuesto un nuevo camino para la compañía, pues se han centrado en la creación propia de maquinaria que, “desde el ahorro energético, protege el medioambiente y está orientada a nuevos usos y explotaciones agrícolas más sostenibles”, explican desde ARA.
Otra iniciativa empresarial con una mujer al frente la encontramos en Melegís, en la zona del Valle de Lecrín, donde Carmen Gallego López regenta Valley Boutique Clinic, una clínica especializada en mente, belleza y salud. Esta asturiana, licenciada en Medicina y Cirugía, ha creado un espacio en el que encontrar el equilibro entre el cuerpo y la mente, en un entorno eminentemente rural, que está atrayendo a un segmento muy específico de turismo de salud. La idea es ofrecer a los visitantes un “ocio orientado a dar importancia a la salud física y mental”.
El último caso de emprendedora con éxito es María Dolores Rodríguez Calvo, propietaria del Obrador Bonachera en Loja. María Dolores es un ejemplo de “reinvención” empresarial, pues provenía del sector inmobiliario pero hace unos años decidió tomas las riendas de este negocio (en aquel momento a punto de cerrar) y se ha dedicado a innovar en repostería, aunque manteniendo las recetas tradicionales de los dulces lojeños. Ha recuperado dulces tradicionales de la zona como los ‘Felipes’ (parecidos a los tradicionales roscos de Loja pero sin agujero), y ha demostrado una gran capacidad para impulsar el negocio, que ahora cuenta con ya con siete personas empleadas.
Son ejemplos que sirven de inspiración a otras mujeres del ámbito rural a las que le ronda la cabeza la idea de emprender, y que buscan espejos donde mirarse para convencerse de que tienen mucho que aportar a sus territorios.
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