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marzo 2021 | RSC y Desarrollo Sostenible
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El movimiento asociativo municipal, en espera de volver a la vida
 
 
 
 
El movimiento asociativo y sin ánimo de lucro es vital en la vida de los territorios. En modo “pausa” como consecuencia de la Covid-19, asociaciones como Starlight, en Bácor-Olivar, aguardan una pretendida vuelta a la normalidad para contribuir a revitalizar su actividad y contribuir a dinamizar la vida del municipio.

Aterrizó en Bácor-Olivar hace unos años. Cuatro para ser exactos. Y desde entonces, con su pareja y sus dos hijos, Lurdes Brugal vive en Bácor-Olivar, en una Cueva, convertida en VTAR (Cuevas de la Luz).

Amante de las cosas naturales, la comida sana, la naturaleza, esta catalana de Vilassar del Mar (Barcelona), adora intercambiar experiencias, vida y conversaciones con gente “maja”… A su llegada al pueblo, topó con un pueblo vivo y “con un grupito de personas que desprendían buenas energías” y con “muchísimas ideas y ganas de hacer actividades para lucir y engalanar su pueblo”.

Así nació la asociación Starlight, una asociación feminista en la que no se excluye a los hombres. O lo que es lo mismo, una asociación feminista para la igualdad, donde cada quien tiene su lugar, sin distinción de género ni edad.

Desde su fundación, Lurdes Brugal es tesorera de una asociación, que, con la irrupción de una pandemia de alcance global como la Covid-19, ha paralizado la vida del municipio y ha puesto en modo “pause” la actividad de la asociación.

Impulsora del Feminifest, la asociación aspira a que “Bácor-Olivar se mantenga vivo”, afirma su tesorera. Y “abierto al mundo actual”, bajo el prisma de la igualdad, la participación, el compromiso, la apertura, el respeto, y la fraternidad, como valores. Con recursos modestos y perspectiva local, su actividad se da a conocer en las redes (Facebook) de Bácor-Olivar y de Guadalinfo Bácor-Olivar. Y, en Instagram, en la cuenta de Bácorencuevate. Así como con cartelería que la asociación distribuye por “distintos pueblos de alrededores”.

Desde su fundación, ha impulsado un sinfín de actividades tanto socio-culturales como de cante (formado por hombres y mujeres de Bácor-Olivar), cine, teatro, flamenco… Y tres años seguidos organizando el Feminifest, “con muchas actividades feministas para la igualdad y muy diversas”, un pasaje del terror para Hallowen, o la fiesta de final de verano que organizan los jóvenes en el Olivar en el que se celebra un concurso gastronómico y una verbena.

Desde la asociación, detalla Lurdes Brugal, también se divulga la importancia del compromiso con el entorno natural, promoviendo la reutilización de materiales en muchas de sus actividades. Valgan como ejemplo -afirma- un árbol de Navidad gigante hecho de flores con botellas de plástico, ruedas de coche tuneadas y transformadas en maceteros y muñecos de nieve...

Para la asociación, es crucial el intercambio de conocimiento, y así promueven talleres de esparto y plantas de la zona. Y una actitud ecologista comprometida con el respeto al medioambiente, con actividades como la recogida de basura por los alrededores del pueblo, en barrancos y explanadas.

Resalta como hilo conductor, la tesorera de la asociación, que “la gastronomía esté presente...” Y así, “rosquillas caseras, migas caseras, barbacoa con buena carne y riquísimos embutidos de La Tomasa de Bácor y buen pan y tortas de la panadería Espiga de Bácor, son siempre un buen pretexto para juntarse y hacer merendolas”.

Para Lurdes Brugal, en el movimiento asociativo es vital la colaboración y la implicación de los comercios del pueblo (panadería, carnicería, bar, supermercado Emilio y Farmacia, el restaurante-hotel Los Chaparros) y del ayuntamiento con el impulso de su alcaldesa, y más en momentos como marcados por la Covid-19 y el estancamiento de la actividad de la asociación, que aguarda el momento para fomentar el asociacionismo como alternativa a una sociedad cada vez más individualista. Y es que, desde su punto de vista, punto de vista, “la unión hace la fuerza...”