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octubre 2023 | RSC y Desarrollo Sostenible
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Antonio Díaz Sánchez
Fondos Europeos, Desarrollo, Industria y Empleo
 
 
 
 
Con el agua, si no es ahora, ¿cuándo?

Arranca la andadura de una nueva corporación al frente de la Diputación de Granada. Y, como diputado de Fondos Europeos, Desarrollo, Industria y Empleo, abordo mi primera intervención en el boletín digital “Territorios Responsables” que pone el foco de atención en un desafío crucial: el agua. O mejor dicho: la sostenibilidad del agua, un recurso vital.

Precisamente, conscientes de la vital importancia de un recurso como el agua, como área de nueva creación para la presente legislatura, Agua y Promoción Alimentaria es una de las nuevas áreas impulsadas por la Diputación de Granada y su presidente Francisco Rodríguez. Tal y como afirmó el presidente de la corporación provincial, el objetivo de esta dirección estratégica, en manos de Antonio Mancilla, es “dar respuesta a los actuales problemas que necesitan del liderazgo, determinación y respuesta de la institución”.

España en general y Andalucía en particular son territorios especialmente vulnerables al estrés hídrico que se expresa en períodos de ausencia de lluvias, cada vez más frecuentes y más prolongados; o, por el contrario, en fenómenos meteorológicos cada vez más extremos y adversos como las DANA, con capacidad para arrastrar todo lo que encuentran a su paso. Sequías y DANAS, aunque aparentemente antagónicas, son las dos caras de una misma moneda: el cambio climático.

Abordar el desafío al que nos enfrentamos con respecto a un recurso tan vital como escaso, requiere, tal y como sugieren las Naciones Unidas, un nuevo marco de gobernanza que, en palabras del presidente del Foro de la Economía del Agua, Francisco Lombardo, “no solo incluye la regulación de estas materias, sino garantizar un uso racional del agua y disponer de las adecuadas infraestructuras que permitan un empleo sostenibles”.

Las alianzas y la implicación de todos los sectores parecen ser, en este sentido, gran parte de la solución. Como lo es la inversión en infraestructuras y el avance en el desarrollo de soluciones que, como la regeneración de aguas o la desalación, reduzcan la dependencia de la climatología para la disponibilidad de agua en cantidad y calidad suficiente.

En la implicación de todos los agentes sociales y en desarrollo de las soluciones que cuenten con el aval de la ciencia y la tecnología, el papel del ámbito académico es determinante. A la par que resulta de enorme transcendencia, una formación jurídica especializada en el Derecho de Aguas, como la que ofrece la Universidad de Granada.

Ninguna de las aportaciones que, hasta ahora, he expuesto, sería lo suficientemente eficaz ni exitosa sin el necesario convenio de los territorios y de los municipios, “el lugar donde -según el secretario general de la ONU, António Guterres, se ganará (o se perderá) la batalla contra el cambio climático”. Y, en este sentido, el valor de la anticipación al riesgo, se convierte en el valor de la oportunidad, tal y como evidencian las políticas emprendidas por la Junta de Andalucía y la propia Diputación de Granada que, conscientes de la muy vulnerable situación de nuestra Comunidad y de nuestra provincia, han impulsado medidas tendentes a garantizar el agua a la ciudadanía.

Velar por la mayor eficacia y la sostenibilidad del agua en un momento decisivo para la humanidad es competencia de la sociedad en su conjunto. Corresponde a las administraciones, a las entidades supranacionales, a las empresas, a la sociedad civil, a la academia y a todos los estamentos “mojarse” por el agua.

Según el último informe gubernamental sobre la sequía, el 14,6% del territorio está en emergencia por escasez de agua; el 27,4%, en alerta por escasez de agua, y la reserva hídrica española se encuentra al 37%

Si no es ahora, ¿cuándo?