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septiembre 2021 | RSC y Desarrollo Sostenible
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“La idea es vivir de nuestro trabajo, no malvivir"
 
 
 
 
La alimentación agroecológica es algo más que una nueva moda para esnobistas. Es un modo de ser y estar en el mundo. De dispensarse cuidado y de promover un estilo de vida saludable y consciente. De contribuir a impulsar un nuevo modelo de producción y consumo sostenible, en línea con el mandato de Naciones Unidas en el ODS 12 de su Agenda 2030. Charlamos con Mercedes Archilla Fernández, presidenta de la Asociación de Productores Ecológicos de la provincia de Granada, Nieves Arco Gómez, su tesorera y Sonia Puertas Centeno, su secretaria.

La asociación de productores ecológicos de Granada, se constituye en 2011. ¿De dónde surge la idea/necesidad de impulsar una asociación de este tipo?

Si analizamos un poco el sector primario de Andalucía, la primera deficiencia (que no el primer problema) que encontramos es la comercialización de los productos que genera una explotación, y esto se agrava si hablamos de pequeños productores/as. Lo que nos lleva a crear una asociación que facilite la salida de todos nuestros productos, prescindiendo de las distribuidoras que marcan unos márgenes abusivos que ha de pagar al agricultor a unos precios muy por debajo de su valor real. La idea es vivir de nuestro trabajo, no malvivir.

¿Sobre qué pilares se asienta la idea?

Los pilares que sostienen nuestro proyecto son los siguientes:

• La unión nos hace más fuertes frente a la globalización de este sistema en el que vivimos. Unos nos encargamos de producir lo mejor que sabemos y otros se encargan de ofrecerlo al consumidor explicando sus valores y cualidades, de forma que la persona que va a comprar en tienda, no solo se lleva alimentos a su casa, sino que apuesta por el fortalecimiento de la economía local.

• La cooperación mutua. Colaboramos todos los socios para ampliar la gama de productos que ofertamos al consumidor haciéndola más variada y completa.

• Protección del Medio Ambiente. Todos/as defendemos un planeta más limpio y apostamos por producciones ecológicas, disminuimos la huella de carbono, vendiendo en cercanía y ofreciendo productos saludables y libres de venenos.

• La economía circular, en la que todos los productos y materiales se reutilizan, evitando así, generar tanta basura y manteniendo el planeta más limpio.

• Rentabilidad. Partimos de la base de que la parte económica es fundamental, en la medida de que todos y todas aspiramos a vivir de nuestro trabajo.

• Dignificar el sector primario, empoderando a los jóvenes y a las mujeres, para que el día de mañana, las nuevas generaciones trabajen con orgullo y solidaridad.

¿Qué valor añaden con su propuesta de comercialización en corto?

Vender en canales cortos garantiza nuestro ideario. El productor/a, valga la redundancia, produce y la distribución se lleva a cabo en lugares cercanos donde se ofrece al consumidor/a un producto de calidad, saludable, sostenible y con un precio justo, que revierte en la sociedad generando riqueza en su comarca. Al completar este proceso, reutilizando todos los productos y subproductos generados se fortalece la integración sostenible de los principios de Economía circular.

Tienda física, como formato de distribución en corto y un modelo de producción y consumo sostenibles. ¿Está calando el modelo entre la ciudadanía?

La ciudadanía está sometida a grandes presiones por parte de otros modelos de distribución y producción que operan con grandes campañas de marketing y ofertas inalcanzables para la tienda física pequeña y familiar que apuesta por el canal corto y ecológico.

Por eso, es importantísimo el apoyo de las instituciones para facilitar la visibilidad de estos pequeños negocios ofreciendo, por ejemplo, el mobiliario urbano para la publicidad, reservando zonas de aparcamiento de tiempo limitado para realizar las compras.

La tienda física y de pequeño tamaño es el formato más antiguo de mercadería, a excepción del mercado al aire libre. Es un modelo que favorece la conectividad del tejido social, la comunicación entre vecinos y vecinas, el diálogo entre el profesional y el consumidor, tan importante para crear y mantener la confianza en un producto delicado y aún desconocido como es el ecológico.

Apoyar la tienda física es apoyar la comunicación entre ciudadanía y vecindad en el día a día.



En la actualidad, ¿es posible compatibilizar rentabilidad y sostenibilidad?

Ojalá se pudiera decir que una explotación (sobre todo, las pequeñas) es sostenible y rentable a la vez. No porque sea, o no, ecológica; si no porque el trabajador del campo no está valorado, no se le cuida. Son jornadas interminables de duro trabajo de sol a sol, con frío o con calor. Cuando un consumidor va a comprar no tiene en cuenta ese esfuerzo y esa labor diferenciada de otros productores en intensivo, donde prima el precio a la calidad y donde esquilman la tierra para hacerla más rentable.

Hacer sostenible y rentable una explotación lleva un trabajo extra, donde nosotros debemos valorar nuestro trabajo y ofrecerlo a quien también lo valore, solo así llegaremos a nuestro objetivo, que no es otro que disfrutar con nuestro trabajo al aire libre (libre de todo).



En línea con el ODS 12 de la Agenda 2030, promueven una modelo de producción y consumo responsable ¿en qué medida están obteniendo resultados? La agricultura ecológica atrae cada vez a más gente joven, que, por unas razones u otras, ha decidido dedicarse al cultivo sostenible. Vienen con ganas, pero con falta de formación (me refiero a conocimientos de agricultura). La agricultura ecológica necesita un mayor tiempo de formación y adaptación que la agricultura convencional.

Uno de los principales problemas para el agricultor en conversión es la certificación ya que el trabajo y los gastos se acumulan en el periodo de transición, que es cuando los agricultores están menos capacitados para asumir esta tarea y los gastos que supone.

Llevamos a cabo visitas a las fincas de nuestros socios para que, de primera mano, den a conocer sus técnicas de producción, comercialización y rentabilidad. Muchos apuestan por la agricultura ecológica, ya que, en la mayoría de casos, los precios de los productos agroecológicos son mucho más justos para el agricultor.

La agricultura ecológica obtiene alimentos de máxima calidad respetando el medio ambiente y conservando la fertilidad de la tierra mediante la utilización óptima de los recursos naturales, es decir, tratando de rentabilizar al máximo el agua, el suelo agrícola y las fuentes de energía. Promueve una comercialización más racional, más local, potenciando los emprendimientos familiares.

“La agricultura ecológica obtiene alimentos de máxima calidad, respetando el medio ambiente y conservando la fertilidad de la tierra mediante la utilización óptima de los recursos naturales, es decir, tratando de rentabilizar al máximo el agua, el suelo agrícola y las fuentes de energía.”

La conversión a ecológica tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pero incluso así, hay muchos agricultores jóvenes que están apostando por el cambio.

Respecto al proceso de producción, todos sus productos cuentan con el distintivo ecológico ¿Qué requisitos se exigen para su obtención?

Existen varios organismos oficiales que supervisan el estado de la tierra y la producción.

Los requisitos son:

• Sin productos químicos: No se utilizan pesticidas, productos químicos o abonos sintéticos para combatir los microorganismos o para la fertilización de sus suelos. Cuidando así del producto final que llega al consumidor y también de los suelos y las capas de agua subterráneas. Se fomenta la fertilización natural utilizando abonos orgánicos y minerales naturales y la prevención de plagas con el uso de repelentes naturales, rotación de cultivos y sinergias entre plantas.

• Respeto al crecimiento natural: No se agregan hormonas para acelerar la producción y el crecimiento de los alimentos, respetando su ciclo de vida natural lo que los hace más nutritivos.

• Preservación de especies: Respeta y fomenta la biodiversidad y las especies autóctonas de la región.

• Conservación de los recursos naturales: Reduce y preserva el consumo de los recursos naturales y energéticos que necesita para su producción, envasado, etiquetado, trasporte y comercialización.

• Recursos propios: Prioriza el uso de los recursos propios generados en la misma explotación o de los vecinos cercanos, como puede ser el abono generado por los animales, el abono verde o el autocompostaje.

• Semillas no OMG: Las semillas y plantones deben ser producidas de forma orgánica, no se utilizan semillas o derivados transgénicos, es decir, manipulados genéticamente o OMG.

• Controles de garantía: Se reciben auditorias anuales de las autoridades y organizaciones competentes sobre el sistema de producción, los productos y el etiquetado. Estos controles los realizan organizaciones públicas o privadas que cuenten con el reconocimiento de la Unión Europea. Por esta razón hay sellos diferentes según qué institución ha realizado el control. Más allá de esta diversidad, el sello europeo es común a todo.

Producción sostenible, sin consumo responsable… ¿tiene sentido?

Una transición hacia una agricultura más verde no puede basarse solo en la producción sostenible, sino también en el consumo responsable. Hay muchos consumidores que están concienciados y piensan, entre todos y todas, podemos aportar nuestro granito de arena y están empezando a cambiar hábitos de consumo para adoptar otros más sostenibles.

Desde nuestra Asociación y desde el Economato Ecológico apoyamos esa postura fomentando comportamientos sostenibles como la reducción de plásticos y envases, fomentar la economía circular, promoviendo el comercio justo:

• Animamos a nuestros clientes a que utilicen cestos o bolsas de materiales duraderos para hacer la compra, que reutilicen las bolsas de plástico que tienen en casa una y otra vez para que no acaben en la basura.

• Vendemos muchos productos a granel: harinas, pastas, legumbres, cereales, frutos secos, semillas, huevos, sal, azúcar, gel, champú, limpiadores del hogar… y así evitamos un gran cantidad de envases, y animamos a los clientes a que reutilicen los que tiene por casa, en lugar de tirarlos, cuando compren estos productos. De esta manera adquieren sólo la cantidad que necesitan y reutilizan los envases.

• Organizamos mercadillos de trueque para fomentar la economía circular, cada vez más personas están dispuestas a evitar productos nuevos, favoreciendo la reparación o comprando de segunda mano.

• Vendemos productos de comercio justo para concienciar de la necesidad de ayudar a que los trabajadores tengan unas condiciones laborales dignas, un salario justo, que no se discrimine por género y para erradicar la explotación infantil.

¿Qué significa consumir de forma responsable?

Consumo responsable significa elegir los productos, no solo por su precio o su calidad, sino también porque son respetuosos con el medio ambiente y porque las empresas que los elaboran cumplen con los derechos humanos y los principios de justicia social.

El consumo responsable se basa en dos máximas, que son consumir menos y que lo que consumamos sea lo más sostenible y solidario posible. Cuando empezamos hace nueve años, eran pocas las personas que realmente estaban concienciadas, pero este número ha ido aumentando progresivamente y actualmente podemos decir que más de un 60% de las personas que vienen a comprar al Economato Ecológico creen firmemente en estas prácticas sostenibles.

Al reducir el ámbito de distribución, reducen las emisiones y, por tanto, la huella ambiental, ¿es posible competir con las grandes superficies?

Está claro que el impacto medioambiental de los canales cortos es mucho menor. Para coexistir con las grandes superficies, cada ciudadano/a ha de saber que su acción es importante, que su carro de la compra puede ser un agente de transformación positiva del medioambiente, de su salud y del tejido socioeconómico local.

En este sentido, la educación, la información y la publicidad son imprescindibles y, por tanto, la implicación de las instituciones de forma masiva en un asunto cuya prioridad es prioridad urgente. La preservación del medio y de los recursos básicos… agua potable, oxígeno y alimentos es urgente.

El apoyo al comercio local es imprescindible, máxime con la extraordinaria complejidad de unos tiempos marcados por el COVID ¿cuál ha sido el azote de la pandemia sobre lo ecológico?

Cuando comenzó la pandemia tuvo lugar un consumo desmedido, fruto del miedo a la falta de abastecimiento. Cuando las personas comprobaron que el abastecimiento estaba asegurado, se tranquilizaron y el consumo se fue normalizando. Después, con los cierres en el sector de la hostelería y la restauración y la pérdida de empleo de muchos autónomos se produjo una pérdida de nivel adquisitivo de un importante número de personas y el miedo a lo que todavía pueda pasar que empiezan a consumir sólo lo imprescindible. El consumo baja considerablemente.

Nosotros conseguimos sobrevivir, pero vendiendo lo justo para cubrir gastos y poco más.

A día de hoy, que ya estamos casi todos vacunados, más de un 70%, nuestras ventas siguen estando muy por debajo de lo habitual. En un primer momento los consumidores se volcaron con el comercio local pero la situación se normalizó, y muchos de ellos volvieron a consumir en las grandes superficies y se olvidaron del pequeño comercio.

¿Cuentan con el incentivo/apoyo de las administraciones?

Somos una asociación sin ánimo de lucro, que intenta favorecer el conocimiento del producto ecológico y sus ventajas medioambientales y nutritivas, a través de conferencias, talleres, actividades con los colegios de la zona, visitas a las fincas de nuestros socios productores… Siempre hemos contado con el apoyo del ayuntamiento de la Zubia, que nos cedió el local que ocupamos y actualmente contamos además con la colaboración y el apoyo del concejal de Sostenibilidad y Agroecología del Ayuntamiento. No percibimos ningún tipo de ayuda económica. Es fundamental que las administraciones públicas impulsen la producción local mediante la compra pública de alimentos destinados a hospitales, comedores sociales, centros de personas mayores, comedores escolares…

¿Cómo contemplan y dan respuesta a la variabilidad meteorológica, con predisposición a fenómenos cada vez más frecuentes como DANAS Y periodos de sequía, en zonas como la nuestra?

El ser humano está favoreciendo los desastres naturales como la sequia y las inundaciones al no cuidar el Medio Ambiente. la agricultura ecológica es la mejor herramienta para luchar contra el cambio climático. En la Agricultura ecológica se potencia la biodiversidad de especies y el buen estado de los ecosistemas, que protegen nuestra salud poniendo barreras naturales a los virus. En los ecosistemas bien mantenidos, los suelos absorben más agua cuando hay fuertes precipitaciones y fijan el propio suelo en su lugar. Disminuyen inundaciones y coladas de barro. Atraen polinizadores, retienen carbono en suelos y vegetación que no acaba en la atmósfera provocando el efecto invernadero Ante la sequía, se pueden aplicar varias estrategias: una seria la de buscar el ahorro máximo del agua y otra sería la de cuidar el medio ambiente: • Incrementar la superficie dedicada a la agricultura ecológica, utilizando variedades locales adaptadas al clima que serán más resistentes a los cambios climáticos, • Reduciendo la contaminación • Recuperando los bosques con la reforestación Otra medida viable en la lucha contra la sequia son las balsas de riego (el contenido de las mismas corresponde a aguas de lluvia invernales) como una contribución a la sostenibilidad ambiental, y se convierten en recursos valiosos para la biodiversidad. También disminuyendo posibles daños restando caudal a los arroyos en las épocas en las que podrían causar daños e inundaciones debido a las lluvias torrenciales.