En su primera edición, Marga Sánchez Romero, vicerrectora de Igualdad, Inclusión y Sostenibilidad de la Universidad de Granada, ha sido una de las mentoras del exitoso programa Puentes. Con diferentes ejercicios de responsabilidad a lo largo de su profusa trayectoria, ha recibido multitud de premios como el premio «Carmen de Burgos» a la divulgación feminista de la Universidad de Málaga, o el II premio «Granada Ciudad de la Ciencia y la Innovación 2019» en la categoría «Mujeres en la ciencia».
- Puentes es un programa para la realización de prácticas extracurriculares dirigido al alumnado de la Universidad de Granada. ¿Cuál cree que es el gran valor de la iniciativa?
Me parece que es una iniciativa muy pertinente por varias razones, primero porque trabaja contra la despoblación de las zonas rurales, esa España vaciada y lo hace desde el conocimiento y la reflexión implicando al estudiantado de la Universidad de Granada. El objetivo es que, a través de prácticas extracurriculares, reflexionen sobre cómo llevar a la práctica proyectos sostenibles que surgen de las Agendas Urbanas Locales de distintas zonas de la provincia. Esto sin duda ninguna supone un beneficio para estas poblaciones, pero, sobre todo,sitúa al estudiantado ante circunstancias y condiciones concretas que salen de lo teórico y les obligan a elaborar estrategias distintas para conseguir solucionar obstáculos reales de muy diversa índole.
- ¿Cree que la Agenda Urbana será un antídoto eficaz para asumir el desafío demográfico y contribuir al desarrollo sostenible?
Sin duda ninguna, no hay una solución única en este sentido pero las estrategias relacionadas con el desarrollo humano sostenible son soluciones a largo plazo que priman las sostenibilidad, la justicia social y se preocupan por lo medioambiental. Tres pilares básicos de la Agenda Urbana y de cualquier acción que tenga intención de ser pertinente.
- Puentes es fruto de una alianza entre Universidad, Consejo Social y Diputación de Granada, ¿cree que son necesarias más alianzas como esta para afrontar los grandes desafíos de la provincia?
En efecto, las sinergias y las alianzas entre las distintas instituciones son fundamentales, cada cual desde su posición y sus competencias contribuyen de manera muy distinta a la solución de problemas que, como he dicho, no pueden ser abordados de forma unilateral. Nadie tiene capacidad de actuación total, es la unión de fuerzas y el compromiso la que nos va a proporcionar más posibilidades de éxito.
- En su opinión, ¿qué necesitan los núcleos rurales para atraer y retener población?
Se necesita mucho conocimiento sobre las circunstancias particulares de cada uno de esos núcleos rurales, el territorio es diverso y las posibilidades son muy distintas, desde el patrimonio histórico, que es único en cada sitio, a los recursos naturales. Cada lugar tiene unas características únicas que, eso sí, siempre funciona mejor si se establecen sinergias de colaboración.
Cada uno de esos recursos debe de funcionar como un efecto llamada para los otros, que de cada lugar se salga con propuestas de visita a lugares cercanos de manera que la gente vuelva a la zona. El territorio debe entenderse no como un lugar de competencia sino de atracción, nadie ofrece lo mismo a la gente y eso es una gran ventaja.
- ¿Cree que Granada está en condiciones de impulsar una transición y cumplir con la “agenda verde” nacional y europea?
Es necesaria una reflexión en ese sentido, debe estar en condiciones. Es una oportunidad que no se debe perder y es necesario un acuerdo común entre instituciones que precisamente lo que quieran sea eso, que Granada lidere este tipo de cuestiones. Pero queda mucho aún por hacer. Ser conscientes de que la línea de actuación es precisamente esa, tomar esa decisión política, es un paso muy importante.
- Desde su punto de vista, ¿en qué sobresaliente la provincia de Granada? ¿Y su asignatura pendiente?
Granada es una provincia con recursos patrimoniales y naturales de primer nivel, envidiables, pero con una mirada sobre ellos a veces un poco cortoplacista.Es necesaria una planificación consciente de lo que necesitan esos recursos.No se trata de generar más infraestructuras sino de entender de qué manera podemos hacer esos recursos únicos y sostenibles. A veces pequeños proyectos bien construidos y con vocación de permanencia funcionan mucho mejor que grandes inversiones. Creo que en Granada tenemos que creernos un poco más la potencia que tiene nuestro territorio.
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